Cuando nació, los médicos le dijeron a sus padres: “Va a ser un vegetal”. Algunos años después, Cristian logró graduarse de la Universidad.
La historia de este joven chaqueño se conoce hoy gracias a las redes sociales. Él, junto a otros realizadores, realizaron un vídeo que deja un mensaje para todas aquellas personas que no encuentran sentido a la vida, y que en algunos casos, acaban poniéndole un final. “De verdad nos preocupa y nos duele cada suicidio que escuchamos, sobre todo de gente tan joven como está pasando últimamente”, dice Adrian Hauros, uno de los realizadores.
Después de contar que logró graduarse de la Universidad de Entre Ríos como Comunicador Social, Cristian se pregunta: “¿Discapacitado yo? ¿Por qué? Este vídeo va dirigido a vos, que por ahí te querés matar, que te dejó tu mujer, tu marido”.
Tras ver, ese vídeo, me tome 5 minutos y pensé en todo lo que me queje de cosas superficiales todo este tiempo, de que no tenia cualquier cosa material que pensé que me traería felicidad o pensar en que sufría por cosas que en realidad no valían la pena, este es el claro ejemplo de que no todos tenemos la misma suerte en nuestra vida pero que debemos valernos por lo que somos y lo que sentimos, que el resto no importe, que lo único que importe es lo que quieres lograr y como lo lograras. Vivimos pensando en que ser felices dependen de cosas materiales o personas que no suman o restan a nuestra vida, cuando nosotros somos dueños de nuestro propio destino, somos dueños de nuestra propia felicidad y que depende de nosotros si nos levantamos después de la caída.
Este mundo a veces nos confunde: nos hace pensar que lo correcto es lo falso, lo engañoso, lo inverosímil, lo indolente… Nos hace creer que las mujeres de valor son las de buena posición económica, ejecutivas, mujeres pedantes que creen que a causa de su belleza física el cielo debe rendirse a sus pies y toda la humanidad debe reverenciarles.
Las mujeres de valor no le tememos al “qué dirán” y nos enfrentamos con valentía a la cobardía de las personas que no construyen una vida propia, puesto que se interesan más por derrumbar la de los demás. Las mujeres de valor miramos fijamente a los ojos y no dejamos que ningún juicio nos apabulle, porque reconocemos que aunque hemos errado también tenemos la grandeza de enmendar nuestras equivocaciones. Las mujeres de valor sabemos perdonar con el alma, porque el pasado no puede truncar nuestros próximos pasos y nuestras esperanzas.
Las mujeres de valor aprendemos a no compararnos con otras, aprendemos que nuestra autoestima no reside en mirarnos en un espejo y cuestionarnos si estamos gordas o flacas, altas o bajas, en si tenemos curvas llamativas o no. Nuestro valor va más allá de la trivialidad de un 90-60-90, un 34b, una talla 4 o unos 1.70 metros de estatura…Nuestro valor reside en nuestra mirada, en nuestra preciosa mirada que deja entrever la grandeza y la nobleza de nuestro corazón que se esparce por la vida de quienes nos rodean sin reparo alguno.
Las mujeres de valor luchamos incesantemente por nuestros sueños, porque hemos descubierto que nada puede detenernos. Las mujeres de valor dejamos que se sequen nuestras lágrimas en nuestras caras porque ya nos hemos cansado de ser llanto y desolación. Las mujeres de valor ya no tenemos miedo y defendemos nuestros derechos porque estamos decididas a vivir sin represión, sin obligaciones y sin violencias.
Queremos ser más que bocas, más que caderas, más que pechos, más que ojos, más que plástico… Queremos ser mujeres de pasos grandes, mirada compasiva y besos amorosos; mujeres de vida y espíritu fértil; mujeres de decisiones, dulzura, fortaleza e inspiración.
Tenemos derecho a ser más, más de lo que los demás quieren, más de lo que nosotras podemos imaginar llegar a ser.
Hace unos días platique con mi mejor amiga sobre su estado emocional, la veia triste, y decaída, la anime a que me contara poco a poco la razón de su sufrimiento, empezó contando que ella tenia la culpa de su tristeza que por su propia culpa estaba sufriendo, en el peor de los casos me imagine que era por un hombre, la mayoría de mujeres sufren por desamor (no siempre pero en este caso si), no podía dejar de aferrarse a su pasado que la condenaba, no podía dejar ir eso que tanto le dolía, buscaba en otras personas su propia felicidad y cuando esa persona no estaba ahí sufría. Confirme lo que ella me dijo, si sufre por su propia culpa, pero no por que haya cometido errores, ni por que esa persona se alejo de ella por sus defectos, si no por que ella misma abría su propia herida, ella misma se mortificaba, resaltando sus defectos y diciendo que era una tonta, estaba tan equivocada al buscar su propia felicidad en otra persona cuando nuestra propia felicidad esta dentro de nosotros. Este es una de las tantas razones por las cuales no aprendemos a valorarnos, nunca pensamos en nosotras mismas, siempre pensamos en el que dirán sobre nuestra apariencia o en cuanto me ama esa persona, le damos tanta importancia a cosas secundarias y sufrimos tanto por nuestro pasado que no vemos hacia adelante, nos ahogamos en un vaso de agua.
Espero que ella pueda visitar mi blog y ver este video, que personalmente me inspiro.